Cuba
1- La Havana- Llegamos el domingo 15 de Octubre y nos recogió Euripedes en el aeropuerto. Después de tres buses llegamos a su casa, un poco alejada de La Havana(y un poco dejada de la mano de Dios, todo sea dicho). Por la mañana pusimos rumbo a La Havana centro.
Conseguimos un bus después de tres intentos(los buses de aquí, VAN SIEMPRE LLENOS) hasta la Plaza de la Revolución. A dos pasos encontramos alojamiento para 2 noches. Una casa con buena presentación y comodidades (entender comodidades como lo básico que encontraríais en cualquier casa española).
Nos pusimos en marcha y durante esos 2 días recorrimos a pie sus monumentos, calles y demás. Comimos varias veces en un pequeño sitio de gente local que nos recomendó Eduardo, el dueño de la casa, muy rico y barato, por 3 pesos (siempre hablando de CUC; 1CUC=1'18€) comimos los dos.
La verdad que tenemos sensación de tristeza en esta ciudad, te puedes encontrar un hotel 5* y justo enfrente un barrio lleno de casas decadentes y con mucha pobreza.
Reina la suciedad y el abandono. Pequeñas tienditas con muy poco que ofrecer, no sabemos si el ciclón ayudó a todo esto pero había escasez incluso de lo básico; la fruta fue misión imposible. No quedó otra que adaptarse, pan y plátano, o mermelada, fue nuestro menú algún día, en ningún momento quisimos gastar los 15-20€ que te piden por un plato de comida por ser turista.
2- Trinidad- Después de un trayecto de 8h en bus(decían que eran 6...) llegamos a Trinidad, recibidos por unas 15 señoras y 15 señores, todos agolpándose sobre nosotros para tratar de convencernos para coger sus taxis y dormir en sus casas(una sensación un poco brusca). Nos decidimos por la casa de Anita y(ojo al dato!) Pirolo! Cuánto me acordé del difunto de Manolo "Pirolo" y Mari Carmen. La noche a 10 pesos con desayuno.
Pues bien, Trinidad es un pueblo dedicado al turismo, repleto de taxistas insistentes:"taxi amigo! Havana, Varadero, Viñales, Sta Clara" así tooodo el día; la Plaza Mayor, bonita y con muy buen ambiente nocturno, mojitos a un peso y Luis y su taxi (una carretilla de madera) en el que lleva sus poemas, seas de donde seas siempre habrá un poema dedicado a ese lugar y si no, te lo hace en el momento, dimos fe de ello; el Parque Céspedes, muchas callejuelas empedradas y niños por todos lados corriendo o jugando a las canicas, siempre dispuestos a cogerte un caramelo.
El tiempo transcurre despacio, el cubano hecha horas sentado en el peldaño de su casa simplemente viendo pasar, jugando al dominó...y reinan el ron y los puros, no es una leyenda.
A unos 15 km está playa Ancón, muy recomendable, aguas cálidas y transparentes, y a 6km La Boca, pero nada que ver con Ancón. En el mismo centro, una tienda de cerámica: Cristina, una entrañable señora de unos 75 años, nos atiende y nos recomienda un sitio de gente local muy bueno para cenar por 2 pesos cada uno. Sin duda fue la mejor cena hasta el momento.
Y con esto poco más que añadir, nos quedó pendiente el Mirador, por las lluvias, pero queda para la vuelta!
3- Cienfuegos- Última parada antes de abandonar Cuba. Es una pequeña ciudad, mucho más tranquila que la Habana, bastante bonita. Por la mañana cogimos un barco que nos llevó a la isla del Castillo de Jagua, donde la verdad, a parte de la fortaleza, no hay mucho más que ver, no la recomendamos. Dimos una buena caminata y realmente poca cosa que ver, una costa llena de pescadores faenando, muchos edificios para ser una isla "pequeña". Por la tarde paseamos por el malecón y es una de las mejores estampas que nos llevamos, un atardecer precioso, con un mar muy tranquilo y una temperatura fenomenal. Al final del malecón cenamos bien y barato, en el restaurante Covadonga, pagamos por todo unos 4 pesos, o algo menos.
Al día siguiente nos levantamos temprano y tomamos dirección de El Nicho,un parque natural, bastante bonito, aunque los 10 pesos me parecen excesivos para lo que ofrece. Tiene cascadas y pozas donde te puedes bañar, con el agua más fresquita que en el mar, pero es de agradecer. Ya de regreso, después de una alegre charla con algunos locales y un camión-bus lleno llenísimo de gente, callejeamos por Cienfuegos y cenamos barato en la fonda de María (5 pesos en total). Y con esto regresamos a casa, charlamos con Deysi, la dueña de la casa(que vaya labia tiene) y nos vamos a descansar para poner rumbo a Colombia.
Conseguimos un bus después de tres intentos(los buses de aquí, VAN SIEMPRE LLENOS) hasta la Plaza de la Revolución. A dos pasos encontramos alojamiento para 2 noches. Una casa con buena presentación y comodidades (entender comodidades como lo básico que encontraríais en cualquier casa española).
Nos pusimos en marcha y durante esos 2 días recorrimos a pie sus monumentos, calles y demás. Comimos varias veces en un pequeño sitio de gente local que nos recomendó Eduardo, el dueño de la casa, muy rico y barato, por 3 pesos (siempre hablando de CUC; 1CUC=1'18€) comimos los dos.
La verdad que tenemos sensación de tristeza en esta ciudad, te puedes encontrar un hotel 5* y justo enfrente un barrio lleno de casas decadentes y con mucha pobreza.
Reina la suciedad y el abandono. Pequeñas tienditas con muy poco que ofrecer, no sabemos si el ciclón ayudó a todo esto pero había escasez incluso de lo básico; la fruta fue misión imposible. No quedó otra que adaptarse, pan y plátano, o mermelada, fue nuestro menú algún día, en ningún momento quisimos gastar los 15-20€ que te piden por un plato de comida por ser turista.
2- Trinidad- Después de un trayecto de 8h en bus(decían que eran 6...) llegamos a Trinidad, recibidos por unas 15 señoras y 15 señores, todos agolpándose sobre nosotros para tratar de convencernos para coger sus taxis y dormir en sus casas(una sensación un poco brusca). Nos decidimos por la casa de Anita y(ojo al dato!) Pirolo! Cuánto me acordé del difunto de Manolo "Pirolo" y Mari Carmen. La noche a 10 pesos con desayuno.
Pues bien, Trinidad es un pueblo dedicado al turismo, repleto de taxistas insistentes:"taxi amigo! Havana, Varadero, Viñales, Sta Clara" así tooodo el día; la Plaza Mayor, bonita y con muy buen ambiente nocturno, mojitos a un peso y Luis y su taxi (una carretilla de madera) en el que lleva sus poemas, seas de donde seas siempre habrá un poema dedicado a ese lugar y si no, te lo hace en el momento, dimos fe de ello; el Parque Céspedes, muchas callejuelas empedradas y niños por todos lados corriendo o jugando a las canicas, siempre dispuestos a cogerte un caramelo.
El tiempo transcurre despacio, el cubano hecha horas sentado en el peldaño de su casa simplemente viendo pasar, jugando al dominó...y reinan el ron y los puros, no es una leyenda.
A unos 15 km está playa Ancón, muy recomendable, aguas cálidas y transparentes, y a 6km La Boca, pero nada que ver con Ancón. En el mismo centro, una tienda de cerámica: Cristina, una entrañable señora de unos 75 años, nos atiende y nos recomienda un sitio de gente local muy bueno para cenar por 2 pesos cada uno. Sin duda fue la mejor cena hasta el momento.
Y con esto poco más que añadir, nos quedó pendiente el Mirador, por las lluvias, pero queda para la vuelta!
Playa Ancón
3- Cienfuegos- Última parada antes de abandonar Cuba. Es una pequeña ciudad, mucho más tranquila que la Habana, bastante bonita. Por la mañana cogimos un barco que nos llevó a la isla del Castillo de Jagua, donde la verdad, a parte de la fortaleza, no hay mucho más que ver, no la recomendamos. Dimos una buena caminata y realmente poca cosa que ver, una costa llena de pescadores faenando, muchos edificios para ser una isla "pequeña". Por la tarde paseamos por el malecón y es una de las mejores estampas que nos llevamos, un atardecer precioso, con un mar muy tranquilo y una temperatura fenomenal. Al final del malecón cenamos bien y barato, en el restaurante Covadonga, pagamos por todo unos 4 pesos, o algo menos.
Malecón de Cienfuegos
Al día siguiente nos levantamos temprano y tomamos dirección de El Nicho,un parque natural, bastante bonito, aunque los 10 pesos me parecen excesivos para lo que ofrece. Tiene cascadas y pozas donde te puedes bañar, con el agua más fresquita que en el mar, pero es de agradecer. Ya de regreso, después de una alegre charla con algunos locales y un camión-bus lleno llenísimo de gente, callejeamos por Cienfuegos y cenamos barato en la fonda de María (5 pesos en total). Y con esto regresamos a casa, charlamos con Deysi, la dueña de la casa(que vaya labia tiene) y nos vamos a descansar para poner rumbo a Colombia.
Parque natural Topes de Collantes
"El Nicho"
En definitiva, nos llevamos buen recuerdo de Cuba y su gente, nos quedaron cosas por ver, muchas seguramente, pero queda para otra ocasión!!
Lo mejor el taxi de Luis no doy crédito, contado. Interesante Cuba me imagino que es como España años 50 .
ResponderEliminarQue genial todo !!! Me encantan las fotos,, se os ve muy bien ! Seguid pasándolo genial y seguid manteniéndonos al día con vuestras aventuras !! Muchos besitos !!!
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