Bahía Inglesa y Punta Choros
Bahía Inglesa: Regresamos de nuevo a Chile y nuestra primera parada es Copiapó, una pequeña ciudad minera sin nada especial para ver. De ahí nos movemos hasta la costa, a Bahía Inglesa, un pequeño pueblo costero muy turístico. Su gran encanto está en sus playas de aguas cristalinas y arena blanca.
La verdad es que lo encontramos un lugar muy tranquilo, aunque en temporada alta dicen que no se cabe, lo que explica el precio de todo (bastante caro). A pesar de eso pudimos disfrutar en un camping cerquita de la playa por un precio asequible.
Punta Choros: Seguimos bajando por la costa hacia el sur hasta llegar a Punta Choros, un pueblito sencillo que pertenece a la Reserva nacional Pingüino de Humboldt.
Un lugar auténtico y familiar, que nos hace recordar a "nosa terriña", no sabemos si por la morriña acumulada o porque el mar abierto rompiendo sobre las rocas, con ese peculiar olor a argazo, nos deja embobados en silencio escuchando el mar y añorando, después de tanto tiempo, a aquello que sentimos nuestro.
Aquí la mayoría de gente viene para ver ballenas, pingüinos y lobos marinos, pero nosotros debido al mal tiempo no pudimos.
Pero hay más actividades que hacer, como paseos en bicicleta por la costa, visitar el Faro o simplemente relajarse y disfrutar de sus puestas de sol.
Un lugar auténtico y familiar, que nos hace recordar a "nosa terriña", no sabemos si por la morriña acumulada o porque el mar abierto rompiendo sobre las rocas, con ese peculiar olor a argazo, nos deja embobados en silencio escuchando el mar y añorando, después de tanto tiempo, a aquello que sentimos nuestro.
El Faro
Pero hay más actividades que hacer, como paseos en bicicleta por la costa, visitar el Faro o simplemente relajarse y disfrutar de sus puestas de sol.
Comentarios
Publicar un comentario