Huaraz

     Nos adentramos en la cordillera peruana después de visitar la costa norte del país. El cambio es radical, pasamos de un paisaje desértico, al verde de las montañas, de una temperatura cálida, al frío casi invernal, y de estar al lado del mar, a una altitud de más de 3000 metros. 

   Huaraz (3052m), es una ciudad de más de 100.000 habitantes, donde la economía gira alrededor del turismo, y más en concreto el de aventura y alta montaña. Visitamos su mercado y nos llevamos una grata sorpresa, ya que a pesar de estar alejada del mar, encontramos pescado de buena calidad y para nosotros, hasta ahora, el mejor mercado que hemos encontrado en Perú. Puedes encontrar calamar, jurel, trucha... Además de gran variedad de carne y verdura. Comer en este mercado (en estos países es cultural tener sitios donde comer en los mercados) sale muy barato y los platos son muy abundantes (con un menú pueden comer dos personas). 

   Visitamos la Iglesia de la Soledad, la Plaza de Armas y algunos puntos más, pero de esta zona lo que destacan son las montañas y lagunas, así que contratamos una visita a la Laguna Parón (4155m).

Pico Huascaran (6768m)

    La salida es a las ocho de la mañana y tras unas tres horas de furgoneta y una breve parada en un mirador donde se observa el pico Huascarán, el pico más alto de Perú, llegamos. Se trata de dos abismos grandísimos, que dan la bienvenida a todos sus visitantes. Un poco más arriba, se haya la laguna, con un color turquesa espectacular, que contrasta con el fondo montañoso y nevado. 

Laguna Parón

Subida al Mirador

  Subimos al mirador que te deja tres espectáculos de la naturaleza, a un lado la laguna y el fondo montañoso, al otro lado unas montañas muy próximas donde se ven y escuchan avalanchas de nieve, y por último la entrada hacia la laguna y el río que desemboca entre los dos inmensos barrancos.

     Sin duda, un espectáculo natural.

  Por último, teníamos muchas ganas de visitar la Laguna 69, la más visitada de todas, pero por problemas físicos no pudimos. Queda para cuando nos toque la lotería,jejeje.

Siempre en buena compañía