Cabo de la Vela

  Dejando atrás nuestro paso obligado por Santa Marta para recoger el resto de equipaje, nuestro destino es Cabo de la Vela, un paraje desértico, casi inhóspito, situado en La Guajira, es la parte más septentrional de Sudamérica.


   Tras un intento fallido de autostop (3 horas y media, y no paró ni el tato), un bus de 3 horas nos llevó hasta Riohacha, donde tuvimos que hacer noche obligada por culpa del retraso. Por la mañana un taxi colectivo nos acercó hasta Uribia (1'15h), donde un todoterreno, en hora y media, por fin nos llevó hasta Cabo de la Vela por caminos que bien podrían ser pistas de rallyes tipo Dakar Series.


    Unas cuantas "casas" en medio de la nada, todas con tan solo una cubierta para las hamacas y chinchorros (hamacas un poco más cómodas). Parece un pueblo sacado de una película del oeste, pero con una diferencia... aquí lo más bonito es ver como el desierto se convierte de golpe en Mar Caribe, un contraste extremo.


     Nuestro dormitorio será la tienda de campaña, acompañados por hamacas y a dos metros del mar, un lujo al alcance de pocos sitios. Un lujo que contrasta de nuevo con lo poco que se necesita allí, ni hay asfalto, ni hay grifos o  cisternas, todo es manual, electridad solo por la noche y hasta que se acabe la gasolina..la simplicidad se convierte en magia!


    Nos dimos el baño de rigor y después excursión al Pilón de Azúcar, que nos recomiendan hacer en moto o coche, porque es muy lejos (lejos es más allá de 15' andando). Nosotros a lo loco,a pie!!! Jajaja, una hora y poco y llegamos tras atravesar el desierto. Allí tuvimos un momento mágico con el reencuentro inesperado de unos buenos amigos que hicimos en Santa Marta y con los que pasamos unos días únicos en el Parque de Tayrona, Enea y Manuela.



     El atardecer dicen que es precioso desde El Faro, pero unas nubes impidieron verlo con claridad, queda para otra ocasión.

   Al día siguiente, despertamos con un amanecer excepcional donde cielo y mar se unifican y no distingues cuando acaba uno y empieza el otro.

 Baño al amanecer (05:30 AM)



   Excursión a la playa Ojo del Agua, un lugar sagrado para los Wayuus (indígenas de estas tierras), donde también se podía ver la cueva del infierno...


A la vuelta, ya al atardecer, en una zona de la playa la gente practica kite-surf, una postal.


   Nos queda pena de no ir a Punta Gallina, pero es demasiado dinero para nosotros. Preferimos quedarmos con la tranquilidad y paisajes del Cabo...


...y la gente como Saúl, un simpático chico de 16 años que nos cuidó y nos dió muy buenos momentos durante nuestra estancia, siempre dispuesto a hacer lo que le manden (hijo mayor de la casa y con muchas responsabilidades que sueña con ir a la universidad y algún día poder viajar...cada día escuchabas "Saúl! Haz esto! Saúl! Haz lo otro!"... siempre de buena gana.

Niño pastor de 8 años 
   
    *Intento de resumen de una Experiencia Única... imposible no plasmar tanta imagen...

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mindo, Tena, Puyo y Baños de Agua Santa

Bahía Inglesa y Punta Choros

Valle del Elqui y La Serena