Carnavales en Oruro y La Paz
Oruro- Tras comentarnos varias personas que Oruro tiene el mejor Carnaval de toda Bolivia, ponemos rumbo a la ciudad. No es un lugar que ofrezca vistas espectaculares o que sea una ciudad bonita, pero sí que los carnavales merecen auna parada.
Para entrar en el centro, ya es toda una aventura, ya que llegamos el sábado, día grande. Miles de personas en la calle y un sinfín de buses y coches. La fiesta en sí, se trata de un desfile enorme e interminable en las calles, que dura desde bien temprano por la mañana hasta altas horas de la madrugada, tanto el sábado como el domingo.
Por ambos lados de las calles ponen gradas como si de un mini Río de Janeiro se tratase. La gente paga su butaca y allí pasa todo el tiempo que quiera, bebiendo y comiendo mientras bailan al ritmo de las comparsas.
Para entrar en el centro, ya es toda una aventura, ya que llegamos el sábado, día grande. Miles de personas en la calle y un sinfín de buses y coches. La fiesta en sí, se trata de un desfile enorme e interminable en las calles, que dura desde bien temprano por la mañana hasta altas horas de la madrugada, tanto el sábado como el domingo.
Por ambos lados de las calles ponen gradas como si de un mini Río de Janeiro se tratase. La gente paga su butaca y allí pasa todo el tiempo que quiera, bebiendo y comiendo mientras bailan al ritmo de las comparsas.
Para nosotros es algo raro pasar todo el día en un mismo sitio viendo un desfile interminable, pero aún así es espectacular como lo vive la gente y como se involucran todos. Al llegar la medianoche, ponemos rumbo a La Paz.
La Paz- Llegamos a la capital de Bolivia cansados después de vivir el carnaval de Oruro, pero con ganas de conocer todo lo posible de la ciudad. Lo primero que hacemos es visitar el mercado de El Alto, hasta allí cogemos el teleférico, ya que la subida es infernal (algo característico del lugar). Increíble la cantidad de calles que abarca y la infinidad de cosas que hay a vender, desde coches hasta verdura, utensilios de todo tipo o ropa (nueva o de segunda mano).
Al siguiente día, durante la mañana, la dueña del hostal donde nos quedamos (al igual que todo aquel que posee un negocio) hace un ritual donde ofrece flores, comida, bebida y explota varias tracas de petardos y mas cosas a la Pachamama (madre tierra) para tener fortuna durante el año. Ahí estuvimos todos colaborando y pasando muy buen rato!
Al terminar el ritual, ofrece bebida a todo aquel que está por allí y se empieza la fiesta de carnaval. Más tarde comienza el desfile, que al igual que en Oruro, es con gradas y la gente bebiendo y divirtiéndose al paso de las comparsas.
Nos pareció muy curioso que en todo el país el carnaval se asocia a una guerra continua de espuma, que niños y no tan niños, lanzan continuamente a todo aquel que se le cruce... los turistas son los candidatos preferidos para ellos! Es impresionante la cantidad de botes que gastan.
Al terminar el desfile, visitamos el mirador de Killi-Killi, en lo alto de una pequeña montaña en el centro urbano y con vista panorámica a toda la ciudad.
Al bajar, pasamos por la plaza Murillo, donde se encuentra la catedral... siempre llena de gente.
Visitamos también el Valle de la Luna, llamado asi por su paisaje característico y que recuerda a la misma Luna. Es un lugar muy visitado en la capital y te ofrece un paseo diferente la verdad, un paisaje peculiar que no deja indiferente.
Al terminar el ritual, ofrece bebida a todo aquel que está por allí y se empieza la fiesta de carnaval. Más tarde comienza el desfile, que al igual que en Oruro, es con gradas y la gente bebiendo y divirtiéndose al paso de las comparsas.
Nos pareció muy curioso que en todo el país el carnaval se asocia a una guerra continua de espuma, que niños y no tan niños, lanzan continuamente a todo aquel que se le cruce... los turistas son los candidatos preferidos para ellos! Es impresionante la cantidad de botes que gastan.
Desfile por la calle principal de La Paz
(Baile y trajes típicos de la región)
Al terminar el desfile, visitamos el mirador de Killi-Killi, en lo alto de una pequeña montaña en el centro urbano y con vista panorámica a toda la ciudad.
Al bajar, pasamos por la plaza Murillo, donde se encuentra la catedral... siempre llena de gente.
Visitamos también el Valle de la Luna, llamado asi por su paisaje característico y que recuerda a la misma Luna. Es un lugar muy visitado en la capital y te ofrece un paseo diferente la verdad, un paisaje peculiar que no deja indiferente.
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